En barra, líquido, espuma, sin aclarado (gel), antibacterial, frutales, con avena, sin olor, en fin, en la actualidad existe una variedad inmensa de tipos de jabón para cada necesidad, pero de todos ellos, cuál es el más eficiente a la hora de cumplir el objetivo principal, limpiar nuestras manos.
Según una investigación publicada por “American Journal of Infection control”, el ganador es el jabón líquido, y es que por el tipo de envase en el que viene, la persona apenas está en contacto con él evitando estar en contacto con alguna bacteria que pudiera quedar en el jabón en barra, por el tipo de componentes que contiene no genera resequedad en la piel y mantienen mejor el equilibrio del ph.
El jabón líquido rinde más que el de barra porque con poca cantidad se logra una buena limpieza de manos.
Pero también tiene su punto débil: dispensadores de jabón líquido rellenados.
Rellenar los dispensadores de jabón con líquido a granel es una práctica muy habitual. Investigadores de la Universidad de Arizona realizaron un experimento en un colegio con recipientes recargables, en este caso no se cambiaba el contenedor ni la boquilla del dispensador. Quedó demostrado que antes de rellenar, no se termina todo el contenido del envase, por lo que los residuos se convierten en un depósito de bacterias, y peor aún, si se rellena una y otra vez, se generan hongos que contaminan el nuevo jabón de relleno, siendo más perjudicial aún lavarse las manos con ese jabón que no hacerlo.
La solución es muy sencilla, existen jabones líquidos en el mercado que vienen en sachets y que pueden ser usados una sola vez, de tal manera que se cambia el sachet desechable dentro del dispensador para tener la mayor eficiencia en el lavado de manos. Los más populares son de las marcas Scott y Kleenex.
Y lo mejor, no sólo lo pueden tener los sitios de alto tráfico como los baños de restaurantes o centros comerciales, ahora lo puedes disfrutar en la comodidad de tu hogar, debido a que la eficiencia es alta, y duran mucho más que los jabones de barra, el ahorro se obtiene en el rendimiento, pues comprarás jabón con menos frecuencia.
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